Desde marzo, estos últimos meses fueron duros: conciliación laboral, hijos asistiendo a clase vía Webex, la casa, el trabajo, afrontar mentalmente la situación tanto la personal como la de los familiares en casa y en sus casas sin poder vernos.
Gracias a Dios estamos todos bien, mis hijas están asistiendo a clase presencial y ambos mi marido y yo tenemos trabajo. Una lotería ya que van llegando mails de alumnos positivos y clases confinadas. De momento mis hijas no se han visto afectadas y siguen asistiendo a clases presenciales en su colegio. Mi marido también va a trabajar todos los días mientras yo, gracias a que trabajo en Cisco, teletrabajo, de momento, sin fecha de vuelta a la oficina.
¿Cómo es trabajar desde casa?
Hace tiempo escuché en una charla online a Marc Vidal explicar leí un texto que hablaba sobre la diferencia entre teletrabajar y trabajar desde casa. Trabajar desde casa en muchos casos no implica toda la seguridad necesaria ya que mucha gente lo ha hecho y está haciendo con sus ordenadores personales y sin medidas de seguridad adecuadas entre otras muchas cosas. Teletrabajar, por el contrario, si es una situación adecuada donde la empresa te asegura, o debería, los medios para poder hacerlo, tales como el ordenador de empresa y las medidas de seguridad, como de las que dispone y provee Cisco. Quería dejar claro este punto ya que considero importante la diferencia y en muchos casos hay que explicarla para que luego no surjan problemas en empresas de valía con temas de hacking, phishing, spam y GDPR.
Yo lo tengo fácil porque Cisco facilita el teletrabajo, aboga por tiempo con la familia, nos da el día de nuestro cumpleaños, 5 días para colaborar con causas sociales y muchas otras cosas que hacen de esta empresa una de las mejores para trabajar, y no lo digo yo, lo dice Best Place to Work.
Los meses han pasado, nuestros hijos han madurado a marchas forzadas, nosotros hemos visto una realidad que lejos de volver a la normalidad, nos reta a pensar en muchas cosas tales como ¿Soy feliz? ¿Me gusta mi trabajo? ¿Necesito un cambio? ¿Qué he estado haciendo todo este tiempo? ¿Estoy dedicando el tiempo suficiente a mis hijas? ¿Qué acontecerá de toda esta situación? ¿Qué aprendizaje saco de todo esto? Y muchas otras…
Yo no tengo el oráculo de la verdad, pero sí que he aprendido muchas cosas y he cambiado muchos comportamientos, creo que como muchos de los que estáis leyendo este texto.
Crecimiento, aprendizaje y dar lugar a cosas nuevas
Durante el estado de alarma, todos hemos cambiado y en el caso de mi familia, mis hijas y yo llevábamos años pidiendo una mascota. Pensareis, ¿Y esto? ¿qué tiene que ver y a dónde quiere llegar? Pues seguid leyendo.
Finalmente, y después de mucho insistir el 25 de julio sin previo aviso, mi marido nos comunicó, en un restaurante italiano, celebrando el 13 cumpleaños de mi hija que estaba de acuerdo en adoptar un gato. A mis hijas y a mí se nos salían los ojos de las órbitas. Yo no podía creer lo que estaba escuchando porque no me lo había dicho antes y normalmente lo consensuamos todo, pero me hizo mucha ilusión porque me sentí como una niña más, con una ilusión brutal.
Amor a primera vista
El 27 de agosto adoptamos a Coco en Abrazo Animal. Mis hijas y yo fuimos a por él. En principio íbamos a elegir uno entre los quince o veinte que tenían en el refugio, pero al llegar, Adriana y Celia nos dijeron que tenían el gatito para nosotras. Nos enamoramos a primera vista. Coco, entonces se llamaba Obi, era un pequeñajo adorable de un mes aproximadamente. Gris y blanco, mestizo de siamés. Sus ojitos nos llamaban desesperado por salir de ahí.
Desde entonces se ha ganado nuestro cariño día a día. Mi marido nos dijo que no quería saber nada de él, pero os he de confesar que es el que más le quiere de todos.
¿Y a dónde quieres llegar con todo esto Carla si estás en una red profesional? Pues quiero llegar a que, con el teletrabajo, estoy 8 horas sola en casa y no os podéis hacer a la idea de la compañía que me hace Coco.
No solo eso, sino que mi afición a la fotografía se ha visto incrementada con él. Mis amigos e incluso las amigas de mis hijas dicen que le hago más fotos que a mis hijas.
Teletrabajar en estos tiempos es un privilegio, pero también puede haber momentos donde te sientes muy sola. Echas en falta el café de las 11, la comida con los compis donde cotilleas y sueltas todo lo que acumulas. Mis hijas se relacionan con sus compañeros en el colegio, mi marido con sus clientes, pero yo estoy sola en casa. Las reuniones por Webex son maravillosas porque facilitan inmensamente el teletrabajo y la colaboración entre compañeros, pero no hay que negar que somos humanos y necesitamos el contacto, aunque ya no sea contacto físico, por lo menos vernos las caras y salir a la calle.
No sé hasta cuándo tendré que teletrabajar, pero sí sé que Coco estará con nosotros por lo menos 18-20 años.
Adoptar a Coco nos ha cambiado la vida a todos, pero a mí, me ha dado un compañero en casa que me hace el día a día más ameno, y él ha conseguido un hogar por lo que el win win está asegurado.
Quiero dar las gracias a Abrazo Animal por unirnos, por enseñarme a hacer feliz a Coco y por la increíble labor que hacen día a día sin buscar nada a cambio más que buscar la felicidad de los animales abandonados y los futuros dueños.
El teletrabajo se hace más fácil junto a un animal y si encima es adoptado, la satisfacción de aportar algo a la sociedad es inmensa.
En Cisco tenemos muchos hashtags para redes, entre otros #LifeOnWebex y #CiscoPets donde podéis ver lo bien que nos lo pasamos con nuestras mascotas mientras trabajamos.
No sé las cifras, pero podría afirmar que esta situación ha hecho que las adopciones suban. Ya sabía de gente que había adoptado animales, pero últimamente no hago más que escuchar más familias que adoptan animales y me llena de alegría porque es importante concienciar a la sociedad de que hay muchos animales abandonados. El mercado de compra venta es grande y creo que debiera estar regulado, al igual que las colonias de gatos en las calles debieran estar controladas y castrar para que no haya animales sueltos sin amparo.
Adopta, chipea y castra. Por el bien de todos.
Una vez más y para concluir, quiero dar gracias a Cisco por permitirme teletrabajar, dedicar 5 días a ayudar en distintas causas solidarias, a Abrazo Animal por la labor que desempeñan como tantas otras protectoras y a todos aquellos que habéis llegado hasta el final de esta declaración de amor y gratitud.
Si queréis conocer a Coco, podéis ver todas las fotos aquí.
Os deseo todo lo mejor.
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