“Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles”: diría cierto ingenioso hidalgo de Cervantes. Empiezo con esta célebre frase porque si hay un sector que ha experimentado resistencia en su transformación es el de la educación.
No ha sido un camino fácil desde que hace dos años repentinamente todos los centros de educación y formación en España se vieron obligados a abandonar la presencialidad durante lo que quedaba del curso escolar. Pero, lejos de ser una moda o un paño de agua fría, la era de la educación digital es una hazaña que ha llegado para quedarse.
La brecha tecnológica fue uno de los molinos gigantes a vencer y el acceso igualitario a la conectividad óptima está estrechamente relacionado con los ingresos familiares. Según datos del INE, en el año 2020 el 93.2% de los hogares cuyos ingresos netos mensuales eran superiores a los 1.600 euros, disponían de algún tipo de ordenador; en cambio este porcentaje disminuía al 58.2% cuando los ingresos no alcanzaban los 900 euros. Tenemos que seguir cerrando desde todos los frentes posibles esta brecha digital.
Sin embargo, nada puede ensombrecer la otra cara brillante de la moneda. La flexibilidad de la educación virtual otorga democratización y autonomía como nunca antes se ha visto; este último concepto no solía asociarse con el derecho educativo, hasta ahora. Así, aunque la rutina escolar fue interrumpida, los valientes maestros y profesores se abocaron a continuar las clases a distancia, adaptando las formas tradicionales de enseñanza y pronto descubrieron que la interacción tiene muchos aspectos, y en la digital se destacan los positivos.
La falta de interacción offline entre los integrantes de la comunidad educativa, la adaptación pedagógica al mundo online y la formación continua de los educadores fueron barreras que pronto se empezaron a solucionar y la tecnología al alcance de todos es la bandera a izar.
Ya sea en colegios, institutos y academias o en instituciones de educación superior y universidades, la comunidad educativa cuenta con Webex para aprovechar el conjunto de herramientas de comunicación de uso intuitivo y de forma segura, así el aprendizaje no solo es más accesible, sino también más atractivo. Esto incluye capacidades diseñadas para impulsar el aprendizaje activo e interactivo, desde la pizarra digital hasta las encuestas en vivo.
La aventura de resguardar los datos
Otra aspa del molino es centrarse en la educación sin descuidar el bienestar y la tranquilidad. La ciberseguridad está en manos de las herramientas de extremo a extremo que protegen los datos sensibles de alumnos, profesores y personal administrativo, así como también su información privada, las matrículas, calificaciones, etc.
El escudo que los protege es la arquitectura de seguridad de extremo a extremo de Cisco, la cual crea un entorno de aprendizaje altamente seguro mediante la detección de amenazas cibernéticas que intentan acceder a la red, dentro o fuera del campus. Esto es posible gracias a la aplicación de políticas en todo el tramo de red, desde los dispositivos y hasta la web; así como también la aplicación de un control de identidad y acceso apropiados.
De este modo, los futuros profesionales pueden desarrollar sus carreras con seguridad gracias a una red robusta. Especialmente en entornos educativos grandes, como el de la Universidad de Granada, que dió el salto a los 100 Gb por segundo permitiendo a sus estudiantes e investigadores procesar con rapidez grandes cantidades de datos y soportar el crecimiento exponencial de aplicaciones con alto consumo de ancho de banda, como videoconferencia en alta definición, servicios Cloud, voz sobre IP, e-learning, biblioteca digital, Televisión por Internet (UGR Media) o almacenamiento en redes SAN. Me entusiasma saber que allí se están gestando proyectos tecnológicos innovadores, como IA/ML, Big Data, Blockchain o Internet of Things (IoT).
Andará el tiempo y andará la tecnología
Resulta interesante analizar los números de la publicación anual Datos y cifras. Curso escolar 2021-2022, elaborada por la Subdirección de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Los números indican que el 96.7% de los centros educativos en España cuentan con conexión a Internet. Estamos frente a una oportunidad única de impulsar la educación híbrida en esta etapa de retorno de la presencialidad.
Tomemos como ejemplo a la Escuela Técnica Secundaria Ettore Majoran de Milazzo, en Italia. Esta institución decidió adaptar su filosofía educativa 100% presencial por un modelo híbrido. Es sus laboratorios de TI combinan los métodos de enseñanza: por un lado, los estudiantes pueden realizar desde sus casas con la poderosa herramienta de simulación de red Cisco Packet Tracer de Cisco Networking Academy; por otro, llevan a la práctica los conocimientos obtenidos con equipos reales en su sede.
Así pues, ya no se trata de una batalla de la educación presencial versus la online, se trata de tomar lo mejor de ambos mundos e ir mejorándolos. La propuesta híbrida es disruptiva, pero sobre todo, es inclusiva.
Queda trecho por andar. Estoy seguro que con la disposición y la compañía fiel de las herramientas correctas sabremos dar paso a la era híbrida que el crisol didáctico de la educación española necesita.
Podéis ampliar la información de nuestras soluciones para el sector educativo aquí. Si tenéis alguna duda, dejadme un comentario abajo y con gusto os contestaré.
Gracias por leerme.
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