A medida que las empresas van adoptando un modelo en el cual las aplicaciones están redefiniendo sus entornos de TI, los beneficios de una expansión exitosa y ágil hacia la nube se han vuelto más críticos, independientemente del sector y del tamaño de la organización.
Aquellas empresas que no son capaces de adoptar un entorno hibrido de múltiples nubes, publicas y privadas, corren el riesgo de quedarse atrás y abrirse a mayores preocupaciones de seguridad y experiencia de usuario.
Hoy, el mundo se ha acelerado hacia modelos y soluciones de expansión hacia la nube, que han impulsado una nueva generación de experiencias digitales.
Este cambio empezó hace poco más de una década, cuando el primer teléfono inteligente salió al mercado. El uso de estos dispositivos, combinado con tecnologías inalámbricas, generó que los consumidores esperen tener acceso a su información en todo momento y lugar.
A esto se sumó la aparición de la nube publica donde los proveedores entregan diferentes tipos de soluciones a las empresas. Desde soluciones de software como servicio (o SaaS por sus siglas en inglés), plataforma como servicio (PaaS) o infraestructura como servicio (IaaS)
En el primer grupo, SaaS, podemos mencionar a Cisco Webex, Microsoft 365, Salesforce o Dropbox como ejemplos. En el los otros dos grupos, PaaS y IaaS, podemos mencionar a Amazon Web Services, Google Cloud y Microsoft Azure.
Si bien estas ofertas son diferentes, cada una con sus beneficios, todas tienen una cosa en común: muchas aplicaciones corporativas ya no se encuentran en la red interna de la empresa.
Es por esto que el perfil de trafico de datos dentro de una empresa cambio en la ultima década.
Hace 10 años el 80% del tráfico de datos quedaba dentro de la compañía y sólo el 20% circulaba a través de Internet. En esta realidad, las empresas ponían firewalls poderosos con el fin de proteger la seguridad de su información y establecer un perímetro claro. Aunque este modelo sigue siendo muy empleado por muchas empresas en América Latina, el modelo ha evolucionado.
Hoy es extraño escuchar a algún equipo de TI que no esté operando ya en un modo de nube híbrida de alguna manera. Las organizaciones ahora están implementando, al mismo tiempo, aplicaciones pensadas para el acceso nativo a la nube, aplicaciones tradicionales dentro de sus centros de datos locales; y consumen soluciones de software como servicio.
De hecho, en las empresas más modernas ya se ve que el 80% de su tráfico va hacia Internet. La implicación de esta megatendencia para los equipos de operaciones de TI es que deben poder realizar tareas y ofrecer nuevos servicios e innovación para respaldar esta transformación a un ritmo al que tradicionalmente no estaban acostumbrados.
Los CIOs necesitan administrar usuarios, dispositivos, aplicaciones y datos que están cambiando de forma muy rápida, dejando claro que los distintos dominios tecnológicos, incluido el centro de datos, necesitan ser reinventados para satisfacer exitosamente las exigencias del negocio. Y esto ocurre al mismo tiempo que deben abordar la expectativa de áreas directivas sobre la seguridad de los datos críticos y el cumplimiento de las normativas.
Precisamente, en Cisco, la visión multidominio de la tecnología empresarial, permite ayudar a nuestros clientes a adoptar el modelo tecnológico que les permita liderar las transiciones de mercado, ahora y en el futuro.
Es decir, el objetivo de Cisco es ayudar a que nuestros clientes puedan conectarse, protegerse y automatizarse para acelerar su agilidad digital en un mundo que prioriza la nube, para que la experiencia que las organizaciones brindan a sus usuarios sea le mejor, sin importar dónde estén, manteniendo la seguridad y privacidad, y con total visibilidad de lo que está pasando.