Una de las herramientas de comunicación y mercadotecnia importante y más utilizada son los eventos. En un evento tenemos la oportunidad de hacer conexiones entre nuestra marca y la audiencia a través de experiencias memorables. Clientes, proveedores, socios y empleados crean vínculos emocionales a través de experiencias memorables con nuestra marca. Lo interesante es que estas emociones ayudan a rememorar situaciones y, gracias a ellas, tomar decisiones. En un evento, además de atraer nuevos clientes, también contribuimos a una fidelización a largo plazo con la marca que lo realiza.
Existen estadísticas que muestran que invertir en eventos es una buena decisión:
- El 84% de los asistentes a un evento dice tener una opinión más positiva sobre la empresa, marca, producto o servicio que se promociona después del evento.
- Un 62% de los clientes está dispuesto a permanecer fiel a la marca tras haber tenido una buena experiencia en un evento
- 81% estaría dispuesto a pagar más por una experiencia excepcional
De ahí la importancia de diseñar eventos atractivos y con gran calidad en la ejecución.
Un evento ayuda a ganar posicionamiento y valor de marca e incluso a mejorar la imagen de la empresa creando experiencias y sensaciones positivas en los asistentes. Necesitamos generar un recuerdo agradable y perdurable en la mente de los clientes actuales y potenciales.
El engagement emocional con los asistentes al evento es la mejor manera de obtener resultados. Necesitamos captar su atención, cautivarlos, sorprenderlos, divertirlos… y seguramente compartirán su experiencia con otro, ya sea directamente o a través de redes sociales.
Pero ¿Por qué hacemos eventos? Antes de planear tenemos que contestar a la pregunta ¿Por qué es importante este evento? Aunque en realidad la pregunta a contestar debe ser: ¿Por qué la gente debe asistir a este evento?
No se trata de Cisco. Se trata del valor para el participante ¿Qué hay para ELLOS? ¿Cómo este evento satisface sus necesidades? ¿Cuáles son puntos débiles de los participantes? ¿Cómo puede tu evento resolver un problema u ofrecerles una solución?
La respuesta a esta pregunta describe el objetivo clave que determinará el éxito, o no, del evento. Este es el criterio con el que se medirá el evento. Este es el factor principal que ayudará a comunicar y determinar la estrategia de marketing.
Este debe ser el primer paso antes de planear un evento, definir los objetivos pensando en el cliente, y entonces sí empezar a definir fecha, hora, lugar y generar una experiencia única que vaya acorde con la filosofía de nuestra marca.