Un colega con casi 30 años de experiencia en servicios financieros regresó hace poco de un viaje de negocios a Kuala Lumpur, donde asistió a una cumbre de CIO del sector de servicios financieros. Uno de los temas recurrentes fue la búsqueda de la simplicidad.
Los CIO buscaban soluciones no tanto simplistas sino más bien simples, es decir, simples desde el punto de vista de su implementación, mantenimiento y uso.
No se trata de un concepto nuevo, sino de algo que tenemos que recordar constantemente cuando usamos la tecnología como instrumento facilitador. Las principales lecciones aprendidas que podemos tener en cuenta son las siguientes:
- No se trata de la tecnología sino de optimizar la capacidad y ofrecer valor empresarial.
- Conviene hacer participar a los usuarios desde el comienzo y con frecuencia.
- Conviene garantizar una alineación entre las actividades comerciales y la tecnología.
- La clave son las personas, los procesos y la tecnología.
Y la lista continúa, pero volvamos al tema de la simplicidad. La observación del entorno actual de computación distribuida nos remite a los primeros años de la década del noventa, cuando se desató la batalla entre OS2 y Windows. Todos sabemos el resultado y, hoy por hoy, las PC dominan el panorama en una arquitectura de cliente/servidor. Resulta cada vez más claro que el entorno cliente/servidor no es simple en absoluto y, por consiguiente, estamos entrando en la era post-PC. Me atrevo a decir que una parte fundamental de este cambio consiste en la necesidad de lograr una mayor simplicidad.
Podríamos ilustrarlo con un breve ejemplo. Recientemente trabajamos con un importante banco europeo que estaba encarando una actualización de gran alcance de los sistemas operativos de escritorio. Aun con el reemplazo del sistema anterior por uno nuevo, no se habría resuelto un problema persistente: se necesitaban más de 20 minutos para encender una computadora de escritorio, iniciar sesión y comenzar a usarla. Todas las mejores intenciones llevan a una mayor complejidad y a una gran pérdida de productividad.
Hagamos cuentas: por cada 1000 personas que inician sesión una vez por día se pierden 333 horas de productividad diarias. Es decir, se pierden 8 semanas de productividad durante la primera media hora de trabajo de cada día. La transición al entorno de sistemas de escritorio virtuales con Cisco Virtualization Experience Infrastructure (VXI) y sus servicios redujo el tiempo de inicio de sesión a segundos en lugar de minutos y, a su vez, simplificó la administración general de los sistemas de escritorio, lo cual permitió aumentar la productividad.
Entre los desafíos que enfrentamos en la era post-PC se encuentran el de superar la complejidad. No obstante, tal como sostiene Edward Bono, “la lucha contra la complejidad es un gasto ineficaz e innecesario de tiempo, atención y energía mental. Nunca se puede justificar que algo sea complejo cuando bien podría ser simple”. Llegó el momento de impulsar la simplicidad.
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