El éxito o el fracaso de una organización están estrechamente ligados a la experiencia que su equipo de tecnología puede proporcionar con los sistemas.
El nuevo campo de batalla es el mundo digital. Esta tecnología presente en la vida de las personas formó un consumidor exigente y cada vez más cierto del alto nivel de servicio que le satisface. Piense bien: el rendimiento y la capacidad de las aplicaciones son lo que define el éxito de una empresa en un mundo que se ha vuelto digital. Los resultados del negocio están directamente relacionados con el rendimiento y la estabilidad de los sistemas. No hay manera de luchar contra esto. Empresas, tarde o temprano, tendrán que adaptarse a la nueva realidad. Después de todo, el software está revolucionando el mundo, ¿verdad?
Caminamos a un momento en que cada empresa es una empresa de TI. Y en este contexto digital, el éxito y el fracaso de una organización están estrechamente ligados a la experiencia que su equipo de tecnología puede proporcionar basado en los sistemas que vienen a los usuarios, ya sean clientes o empleados.
Piense bien (pero conteste rápido): ¿Cuál es el canal con el más grande movimiento de un banco? Una de dos, o es ella Internet Banking o es la aplicación que se ejecuta en los teléfonos inteligentes a millones de clientes. ¿Quieres una prueba de eso? Según los datos publicados por la Asociación Brasileña de los Bancos (Febraban), los dispositivos móviles representaron el 34% del volumen de movimientos en bancos en 2016. Y este porcentaje va a crecer.
E-commerce, servicios públicos, gobiernos, compañías de seguros y muchos otros siguen la misma dirección que el de las finanzas, y necesitan ofrecer aplicaciones eficientes y oportunas para sus clientes. Web y móvil son operaciones que deben funcionar 24 horas al día durante los siete días de la semana. Si el canal digital no está funcionando, los impactos son enormes, tanto en respecto a los negocios, como la percepción de los usuarios.
Por cierto, vale la pena reforzar que esta necesidad no se limita a B2C. Piense en los efectos de la inestabilidad en la aplicación ofrecida por una compañía de seguros sus corredores. O piense en los grandes efectos que se puede causar una gran red de distribución en el caso que no tenga acceso a su inventario y la reposición de los bienes.
Hay una paradoja. Por un lado, las empresas tienen que ofrecer una forma sencilla, rápida y estable a través de la interfaz de la aplicación. Por el otro, hay un enorme desafío para el equipo de TI interpuesto por la complejidad generada por estos ambientes. Esto se debe a la simplicidad y funcionalidad en la extremidad requieren más interconexiones y correlaciones entre tecnologías que soportan los sistemas. Cuanto más digital y conectada su empresa está, más crítico será el componente gestión del ambiente.
El secreto para no perderse en los caminos de su viaje digital está en tener una posición efectiva para buscar aplicaciones con una visión de negocio. Las empresas suelen meter la pata un poco en el análisis de los datos digitales. Las métricas cambian -así como los perfiles y necesidades- cuando uno tiene que seguir todo el recorrido del cliente. Cuántos componentes o servicios esta app procesa y otras informaciones para, partiendo de la visión analítica, tomar mejores decisiones.
Observar el desempeño de las aplicaciones en tiempo real con una visión de negocios ayuda a las empresas a caminaren más rápido ante las nuevas expectativas de los clientes y la tecnología que define el rendimiento del negocio.
Así que cambiemos el título de la pregunta. ¿Sabes por qué? Simplemente porque tu aplicación no se puede bloquear, detener o tener un fallo. En un mundo totalmente digital, la experiencia del usuario, las aplicaciones y los negocios están convergiendo y son inseparables. Las empresas tienen que centrarse en esta intersección y monitorear el impacto de cada línea de código en los resultados empresariales. Este es el momento.
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