En los últimos meses, hemos visto una aceleración de los proyectos en la nube. La velocidad, que permitió la continuidad de las operaciones, no significó necesariamente una adopción perfecta o integrada de tecnologías y procesos. En el clima económico incierto que estamos experimentando, lograr un equilibrio entre costo y rendimiento es el nombre del juego cuando se trata de recursos de TI, y es la clave para crear resiliencia empresarial.
Por cierto, aquí vá un consejo: el 1 de octubre de 2020, tendremos un webinar para profundizar en este tema. En esta sesión de 60 minutos, los expertos de Cisco presentarán detalles que ayudarán a optimizar su estrategia y avanzar de manera consistente hacia la multinube. ¿Le interesa? Puede registrarse aquí.
Pero volvamos al tema. La TI corporativa es bombardeada a diario con solicitudes de todos los departamentos. Con la migración digital, más que nunca, los departamentos de tecnología de la información han asumido un papel vital para garantizar que las aplicaciones funcionen sin problemas, que los usuarios estén satisfechos y que se mantengan las operaciones.
Ofrecer soluciones con un mejor rendimiento y al menor costo posible en entornos de cloud pública y/o local no es una tarea fácil. Esto requiere administrar las cargas de trabajo de una manera que considere muchos recursos diferentes: CPU, almacenamiento, memoria disponible en servidores bare metal, máquinas virtuales (VM), contenedores, instancias de nube, etc. – además de múltiples puntos de control para cada dispositivo y cómo esos dispositivos y recursos interactúan entre sí.
Mucho mas complejo
El equilibrio entre costo y rendimiento se vuelve más complejo cuando consideramos que lograr el escenario ideal es efectivamente un objetivo en constante movimiento debido a:
- La frecuencia cada vez mayor de las actualizaciones de la carga de trabajo (aplicaciones) y la derivación de una serie de nuevas implementaciones;
- El creciente número de opciones de posicionamiento que ofrece un entorno multicloud en expansión;
- Falta de visibilidad de un extremo a otro de la nube pública y los costos de mudanza en el sitio, antes y después de la implementación.
Esta complejidad significa que las implicaciones y los riesgos de cada decisión sobre dónde ubicar y cómo escalar las cargas de trabajo aumentan exponencialmente. En un entorno tan dinámico, los equipos de TI pueden encontrarse luchando para satisfacer las demandas de su negocio, ya que terminan gastando su tiempo persiguiendo alertas y “apagando incendios” en lugar de dar soporte a una plataforma de innovación.
Optimización automatizada
Para equilibrar cuidadosamente los pros y contras de cada acción de optimización, se requiere una visión holística de la infraestructura y las aplicaciones, así como de las interdependencias asociadas. Dado que ningún ser humano puede optimizar constantemente las cargas de trabajo de manera eficaz en “la escala y velocidad de la nube”, la información y la automatización impulsadas por la inteligencia artificial se vuelven esenciales. Este punto es clave.
Existe un buen número de herramientas que permiten esta optimización automatizada de entornos. Un ejemplo de esto es Cisco Intersight Workload Optimizer, que analiza continuamente el consumo de carga de trabajo, los costos y las restricciones de cumplimiento, mientras dirige automáticamente los recursos en tiempo real, tanto en sitio como en las nubes públicas, para garantizar el equilibrio entre rendimiento y costo.
Si desea obtener más información sobre enfoques y tecnologías para encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento y costo, no se pierda nuestro webinar del 1º de octubre. Regístrese ahora.
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