Durante los últimos meses, escucho diariamente las palabras disrupción, digitalización, movilidad. Seguramente, usted sabe qué significan en el contexto empresarial, pero ¿ha reflexionado en cómo lo impactan? En sus actividades cotidianas o en su empresa, ¿realmente aplica o utiliza dichos conceptos?
Tecnología o innovación disruptiva es como se define a los avances que promueven el desarrollo de productos y servicios que modifican la manera en que se realizan ciertas actividades personales o profesionales. Un ejemplo de tecnología disruptiva es Internet, el cual brinda la plataforma para que recibamos servicios de contenido como Netflix, aplicaciones de localización como Waze y soluciones de transporte como Uber. Estas empresas usaron la tecnología como piedra angular para ser “disruptores” en la forma de competir o entregar servicios en sus nichos de mercado.
Años atrás era inimaginable -e incosteable, diría yo- contar con un servicio de Internet que nos permitiera utilizar dichas plataformas. Hoy es uno de los motores que mueven nuestro día a día.
Gracias a la tecnología y la disponibilidad de Internet, podemos hablar de movilidad cuando nos conectamos -a través un dispositivo móvil enlazado a la Red- a nuestro correo electrónico, enviamos un mensaje o incorporamos la conectividad en otras actividades. En estos casos, sí nos referimos a la digitalización, a la interconexión digital de objetos y personas, a conceptos como Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
En ese contexto, ya podríamos hablar de tecnología y de digitalización. Sin embargo, si la gente en nuestro entorno y en nuestra empresa no se une a este cambio, la verdadera transformación digital no sucederá.
Hace unos días, tuve la oportunidad de escuchar a gurús disruptivos en el mundo de los negocios y el emprendimiento, quienes coincidieron en señalar que la parte más difícil en este camino -en este “journey” hacia digitalización de cosas, empresas y ciudades- es justamente la transformación cultural.
¿Qué podemos hacer para superar dicha barrera? Hay que ser curioso, arriesgarse a cambiar y ser innovador en todo lo que se hace. “Para ser disruptivo, tienes que saber que la forma en que hoy hacemos negocios es equivocada. Debemos hacerlos de una forma distinta”, dice Uri Levine, cofundador de Waze.
¿Y cómo asumo la visión disruptiva? ¿A quién recurrir para obtener un consejo? Esta semana en México se dan cita miles de usuarios que están siendo disruptores en sus campos de acción. En Cisco Live Cancún 2016, analizarán cómo utilizar la tecnología disponible para lograr ese cambio, los riesgos de seguridad que implica la digitalización, los caminos hacia la innovación, entre otros temas de gran relevancia. Y en ese sentido, la recomendación sólo puede ser una: aproveche esta cita para escuchar a los expertos.
En la actualidad, la disrupción tecnológica está transformando nuestra vida, y los cambios que genera sólo ocurrirán en dos formas: impulsados por nosotros o dejándonos atrás. ¿Cómo quiere que la transformación digital llegue a su entorno? ¿Quiere estar en el timón de ese cambio o sólo quiere verlo pasar?