De cara a las próximas elecciones presidenciales en México, es importante que los aspirantes incluyan dentro de sus propuestas un ‘Compromiso Digital’, que asegure la responsabilidad del ejecutivo federal y los distintos órganos de gobierno e instituciones involucradas, en fomentar la inversión tecnológica necesaria para combatir la brecha digital en beneficio de los ciudadanos.
Sabemos que ha habido avances sobre todo relacionados a la conectividad, pero aún falta robustecer e incluso diseñar, plataformas digitales del gobierno que permitan más y mejores beneficios a la población, sobre todo aquellas enfocadas en educación, salud, justicia y seguridad pública, así como desarrollo económico.
Hay mucho avance en torno a la conectividad de banda móvil, hay buena cantidad de dispositivos con capacidades de conexión a internet y consumo de datos, pero se ha dejado de trabajar en la construcción de verdaderas plataformas de servicios ciudadanos con un impacto social medible, así como acelerar e incrementar el esfuerzo por desarrollar habilidades digitales en los habitantes del país.
Para lograr avances, se requiere establecer y formalizar un Compromiso Digital en el país por parte del gobierno que incluya métricas de impacto social, como cuántas personas van a estar conectadas, cuáles son los usos o para qué se van a conectar, cuántos servicios de gobierno se van a facilitar o cuál es el impacto de acercar y facilitar los servicios del gobierno a los mexicanos.
Sin un Compromiso Digital todo será visto como gasto y no como inversión para el desarrollo, crecimiento y progreso dejando a la deriva el rumbo del futuro digital del país, ocasionando una brecha digital de México con el resto del mundo. Es momento de que los aspirantes a gobernar el país en el próximo ciclo de gobierno presidencial volteen a ver a México con una visión de modernidad y prosperidad, capaz de conectar a cada uno de los habitantes del país de forma segura y confiable dando igualdad de oportunidades a los mexicanos y generando inclusión social.
Hoy México requiere retomar el camino de la inversión en infraestructura digital, midiendo el estado actual de la conectividad hacia dentro (servicios del estado) y hacia fuera (internet), ya que, en caso de no contar con plataformas de servicios robustas por parte del estado, el uso de los servicios de internet no será explotado para tener un mejor modelo de conectividad en el país.
Hoy los candidatos deben medir el tamaño de la oportunidad que tenemos como país en un momento único como el que trae el nearshoring; reconocer que el uso de las tecnologías, la creación de habilidades digitales en los mexicanos y sobre todo la creación de infraestructura digital con plataformas se servicios ciudadanos son los elementos claves para tomar la oportunidad y tener nuestra nueva era de crecimiento.
Con lo anterior en la mesa, debería ser mucho más sencillo la toma de decisión de “Conectar y Asegurar” a los habitantes de México con su gobierno, industria, academia y sociedad, de cara a conectarse de forma segura con un mundo global como parte crucial dentro del plan de desarrollo del país para el próximo ciclo de gobierno.
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