Sin duda alguna, las redes inalámbricas empresariales basadas en la tecnología WiFi han experimentado una importante transformación en los últimos años.
En el pasado, las redes WiFi se concebían como una extensión de la red cableada tradicional, sin embargo, el auge de nuevos dispositivos como tabletas, teléfonos inteligentes y más recientemente computadoras personales sin puerto de red LAN integrado, únicamente con conectividad WiFi, han generado que en los últimos años los grupos de IT de las empresas sean testigos de cómo el acceso inalámbrico se ha convertido en el medio preferido, y ahora le presten particular atención a la forma en que deben desplegar este tipo de redes para garantizar un acceso de calidad.
A esto también se le suma el hecho de que la tecnología ha evolucionado a estándares de altas velocidades como 802.11ac, donde la velocidad se ha prácticamente duplicado respecto a las redes 802.11n, por otro lado la amplia y creciente gama de aplicaciones para dispositivos móviles, ha sido otro factor que ha convertido a las redes inalámbricas en un tema que merece particular atención.
Este aumento en la demanda por las redes inalámbricas, ha generado que la cantidad de dispositivos que se conectan a los puntos de acceso se incremente, lo que implica que algunas funcionalidades que en el pasado eran complementarias en el despliegue de la red inalámbrica, ahora se conviertan en fundamentales para el máximo desempeño en el acceso móvil empresarial, esto significa, una experiencia de alta calidad en la conexión de los usuarios móviles.
Ante este panorama, funcionalidades que antes eran típicas en las redes inalámbricas que se denominaron de alta densidad, y en particular las que se desplegaban en estadios deportivos, centros de convenciones o auditorios entre otros, ahora son llevadas al plano empresarial donde pueden ser utilizadas en beneficio de esta nueva alta densidad empresarial de dispositivos móviles.
Desafíos comunes en las redes inalámbricas empresariales
Algunos fenómenos se pueden presentar en las redes inalámbricas, generando problemas de desempeño y por lo tanto en la experiencia de conexión de los usuarios móviles, entre las más comunes tenemos:
- Interferencias provenientes de otras redes WiFi, generalmente originadas en oficinas o pisos de otras empresas.
- Interferencia proveniente de elementos no-WiFi, que operan en bandas cercanas a los 2,4GHz y/o 5GHz, como es el caso de señales que provienen de teléfonos inalámbricos convencionales, hornos de microondas o dispositivos bluetooth entre otros.
- Interferencia “Co-Channel”, que consiste en tener varios puntos de acceso cubriendo la misma área, operando en la misma frecuencia y es generalmente ocasionada por la propia red al tener muchos puntos de acceso a máxima potencia, en áreas reducidas.
- Clientes operando a bajas velocidades con tecnologías legadas, como lo sería el caso de clientes 802.11b/g, operando en redes de última generación como 802.11n, este tipo de conexiones generalmente implican una baja en el desempeño total de la red.
- Clientes que por error permanecen conectados en el punto de acceso que les brindó la conexión inicial y del cual aun alejándose de éste, mantienen con él su conexión inicial, pese a que se encuentren cerca de otros puntos de acceso que pueden ofrecer una mejor velocidad.
Todas estas situaciones han constituido la base sobre la cual los desarrolladores e investigadores en el área de tecnologías inalámbricas, han desarrollado nuevas funcionalidades para evitar la problemática anterior. En la segunda parte, nos referiremos a algunas de ellas.
Por
Felipe Meza
Ingeniero Consultor Cisco Cansac
Acceso Unificado y Movilidad
2 Comments
Hola Felipe, gracias por tu comentario. La estrategia de diseño que ha demostrado ser mas exitosa es la de tomar como prioridad tanto la CAPACIDAD (es decir, la cantidad de dispositivos a conectar por celda en momentos pico) de la mano de la COBERTURA (es decir la distancia maxima de la celda de cobertura), evidentemente los números exactos dependen del entorno y necesidades de ancho de banda. Solo para que quede aun mas claro, hay 3 estrategia de diseño: la de dar prioridad a la cobertura (muy usada entre 2000-2005, dado que en esa época no habían tantos dispositivos WiFi como hoy), la de priorizar la capacidad (donde se trata de zonas puntuales claramente densas de dispositivos donde se debe brindar cobertura, pero por ejemplo, no hay requerimientos de roaming entre celdas, usada solo en escenarios muy específicos) y esta ultima que se trata de un balance entre capacidad y cobertura (dar prioridad a ambos criterios y tomar decisiones de diseño basado en ambos).
Hola Felipe, esto quiere decir que los diseñadores de redes Wi-Fi deberán tener encuenta en sus diseños como primera prioridad la densidad de usuarios en un área determinada y en segunda prioridad la cobertura.
¿Es correcto mi afirmación?