Es común ingresar a Internet y encontrarnos con dos conceptos que nos abren un sinfín de oportunidades ¿Internet de las Cosas o Internet de Todo? En el siguiente artículo te ofrecemos mayor información para entender mejor ambos conceptos.
El internet de las cosas (#IoT) es un término de la industria y se refiere a la noción de poder conectar las cosas. Y antes de llamarse así, el mercado comenzó a descubrir sus beneficios al conectar a la red teléfonos, cámaras de video vigilancia y otros dispositivos, además de servidores y computadores.
Sin embargo, Cisco presenta su visión con el nombre de Internet de Todo (#IoE). Concepto que tiene un par de años en el mercado y en el que se señala que no hace falta únicamente conectar cosas, sino también personas, procesos y datos. Eso es lo que hace el Internet de Todo, porque conectar las cosas por conectar las cosas no agrega valor, pero si esas cosas se conectan para entregar la información adecuada, a la persona o a la máquina correcta, en el momento oportuno, que les permita tomar decisiones de impacto al negocio, la visión se amplía notablemente.
Megatendencias como Big Data, Cloud y Movilidad están directamente ligadas al concepto de Internet de Todo. La gran mayoría de las cosas y personas que se interconectan, lo hacen a través de dispositivos móviles. Ya la noción de que para conectarse físicamente a la red es necesario un cable, es una idea del pasado. Además, esas conexiones generan cantidad de data inteligente que nos permite analizar y tomar decisiones en tiempo real.
El impacto internet de todo se puede medir a través del valor que puede crear. Cisco hizo un estudio al lanzar este concepto, en el que se indicaba que el valor que podían obtener las empresas y las instituciones públicas en los próximos diez años al conectar personas, procesos y cosas para transformar negocios a través de la manipulación de todos los datos, puede estar en el orden de los 19 trillones de dólares, de los cuales 14.5 trillones provendrían de las instituciones privadas y alrededor de 5 trillones de la industria pública.
Podemos ver la curva de adopción de diversas maneras. Muchos analistas se han dado la tarea de medir y diagnosticar cuántos dispositivos pueden estar conectados a la red. Para el año 2020 deberían haber 50 millones de dispositivos en la red, actualmente solo tenemos 12 millones. El 2008 marcó un punto de quiebre porque fue el año en el que se midieron más dispositivos conectados a la red que personas en el planeta tierra.
Rumbo a las Ciudades Inteligentes
Una alcaldía o una ciudad en general puede poner en marcha muchos servicios para la comunidad. Pero una ciudad inteligente involucra el concepto de Internet de Todo al unir las cosas con procesos que están directamente ligados al beneficio del ciudadano.
Un ejemplo clave es el manejo de los estacionamientos. No es un secreto que en la gran mayoría de nuestras ciudades uno de los problemas más incómodos es el de la búsqueda de un lugar dónde estacionar el automóvil. Este es un problema que ya se puede solucionar, pues hoy en día existen sensores que permiten monitorear a través de la red los espacios disponibles en la calle, enviando la información a las personas que están en la búsqueda de este codiciado espacio, ahorrando una cantidad importante de tiempo a los ciudadanos y aportando a su bienestar.
En este ejemplo, estamos conectando una cosa (sensor que nos permite saber si el lugar está disponible), procesando una data (saber si es el espacio está disponible o no), con personas (que necesitan utilizar el servicio), y finalmente estamos transformando un proceso (de conseguir estacionamiento en un servicio público). Este es el valor de Internet de Todo.
Existen muchas ciudades en América Latina que ya están impulsando el concepto de Ciudades Inteligentes. Entre ellas podemos destacar Yachay en Ecuador. Una ciudad universitaria que nace bajo el concepto de “la ciudad del conocimiento” con gran innovación tecnológica.
Beneficios en la industria
Muchas empresas de diversas industrias manejan el inventario manualmente. Por ejemplo, el operario va a los anaqueles, revisa el número de productos, analiza estadísticas. Pero imaginemos que estos productos o los anaqueles tengan dispositivos que permitan, a través de un sistema, informar que el producto salió. El ahorro de tiempo es fundamental.
Por otro lado, la minería tiene procesos muy complejos que pudieran facilitarse al conectar el interior de una mina con video para comunicación, u otros equipos que puedan brindar en tiempo real datos como la temperatura de la mina para facilitar cualquier acción.
Los edificios inteligentes, es otro ejemplo de como el Internet de Todo puede beneficiar a la industria. Conectados a la red se puede conocer sus niveles de consumo. Con sensores de movimiento se puede cuidar el ahorro energético.
Al analizar las oportunidades del Internet de Todo podemos ver que solo nuestra imaginación no pone límites.
Por
Carlos Rodríguez
Gerente de Desarrollo de Negocios
Cisco Systems