Comprenda el efecto de la complejidad en la integración de sistemas e infraestructura en un mundo de múltiples nubes y descubra cómo satisfacer la creciente demanda de experiencias digitales sin interrupciones
La vida digital está conectada. Todos los servicios que se pueden ejecutar en un app se ejecutan (o pronto se ejecutarán). Hay una aplicación para casi cualquier cosa. Hay millones y millones de aplicaciones, y cada uno de nosotros interactúa con una docena de ellas durante todo el día.
Las aplicaciones actúan como el motor de la economía digital. Tanto es así, que el uso de servicios digitales habilitados por las aplicaciones se ha convertido en una extensión de nuestro comportamiento. Hoy en día, consultar el teléfono inteligente se ha convertido en una acción subconsciente “natural”, que refleja la forma en que se organiza la sociedad moderna. Y, esta interacción constante se traduce en una experiencia digital.
En su viaje de digitalización para cumplir con este modelo operativo, la mayoría de las empresas ya se han dado cuenta de que las aplicaciones se han convertido en el principal vector de negocios y la puerta de entrada (y, en algunos casos, también de salida) para sus clientes.
Es un universo en constante expansión, y aquí hay tres datos interesantes que todo líder de TI y de negocios necesita tener en el radar cuando se trata de las aplicaciones:
Imperativos de rendimiento de la aplicación
Cisco AppDynamics entrevistó a 7,000 personas y descubrió que 84% de ellas tenían problemas con los servicios digitales con los servicios digitales en el pasado reciente. Esto simplemente abre el hecho de que muchas organizaciones no pueden ofrecer experiencias digitales de alta calidad que sus clientes esperan y exigen.
Aquí les presento imperativos sobre el impacto del rendimiento de la aplicación en la experiencia del usuario en un mundo digital:
Negocio basado en app
Hoy, las experiencias digitales son parte de cómo nos relacionamos con el mundo y, en muchos casos, cómo nos relacionamos con las empresas. Es necesario reconocer que el rendimiento de las aplicaciones para la experiencia del cliente ya no es aspiracional, sino esencial para los negocios. Los sistemas lentos y las interrupciones del servicio pueden causar daños irreparables no solo a una marca, sino también a los resultados financieros de una empresa.
Hay una encuesta de mercado que muestra que el tiempo de inactividad de TI le cuesta a las organizaciones estadounidenses alrededor de US$ 700 mil millones al año y requiere que los gerentes de tecnología gastan el 43% de sus recursos para resolver problemas.
A medida que las empresas recurren a habilitar negocios centrados en aplicaciones, surge una enorme presión sobre las TI corporativas. Al final del día, esta presión termina exponiendo silos peligrosos, especialmente entre equipos que se encargan de los sistemas y equipos que se ocupan de la infraestructura.
En medio de esto, los líderes empresariales tienen la difícil tarea de orquestar estos dos mundos para garantizar la estabilidad, la escalabilidad, la disponibilidad y la coherencia de estas experiencias digitales basadas en una visión amplia de la tecnología empresarial.
Luz al final del túnel
Cumplir los requisitos y proporcionar mejores experiencias digitales requiere un esfuerzo de optimización y aproximación entre las aplicaciones y la infraestructura de TI. La modernización debe considerar un enfoque de centro de datos que rastree los datos, las aplicaciones y los usuarios en lo que respecta a los negocios, teniendo en cuenta pilares como la automatización, la multicloud y la seguridad.
Por un lado, la naturaleza compleja y distribuida de las aplicaciones modernas, desde el borde hasta las nubes múltiples (y todo lo demás), dificulta la identificación de la causa raíz del bajo rendimiento de una aplicación. Por otro lado, la capacidad de infraestructura de aprovisionamiento excesivo (ya sea local o en la nube) para la “escala máxima” conduce a una subutilización de los recursos. Más que nunca, los silos entre la aplicación y los equipos de TI están perjudicando a las empresas modernas.
Para ayudar a las empresas a satisfacer la creciente demanda de experiencias digitales ininterrumpidas, Cisco ha desarrollado un enfoque de centro de datos multidominio que permite reunir equipos de aplicaciones e infraestructura, ofreciendo visibilidad completa y conocimiento operativo, permitiendo la resolución de problemas en tiempo real y Automatizado para garantizar un rendimiento óptimo de los sistemas, desde soluciones que integran hiperconvergencia (HyperFlex), análisis de datos (AppDynamics), gestión basada en la nube (Intersight) y optimización de la carga de trabajo (CWOM).
Esta nueva generación de soluciones Cisco multicloud ofrece:
Esta nueva plataforma organiza herramientas de código abierto, automatiza tareas rutinarias y facilita que los equipos de TI y DevOps utilicen Kubernetes de una manera que acelere la innovación de aplicaciones en entornos de nubes múltiples. También admite la supervisión y optimización en tiempo real de la aplicación para el stack completo de infraestructura mediante AppDynamics e Intersight.
Quizás aún más importante que eso, la plataforma proporciona un modelo de gestión basado en la nube común en todo el entorno informático que trae no solo equipos de tecnología, sino también TI a la empresa. En la práctica, esto significa agilidad y eficiencia para que la empresa avance en los proyectos de modernización hoy sin temor al mañana. Después de todo, entre apps, infraestructura y negocios, hay un puente.
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